La receta es sencilla, pero es verdad que lleva un poco de trabajo.
Las medidas son para 10 o 12 personas, ponemos en un barreño dos kilos de harina y le vamos añadiendo agua calentita hasta formar una masa tipo puré. Lo dejamos reposar.
En una sartén de hierro ponemos cuatro dedos de aceite de oliva virgen extra y vamos friendo lo siguiente:
una ristra de salchicha
una ristra de longaniza
un toco de tres dedos de tocino ibérico cortado en dados
un fardo de ajos tiernos
media docena de sardinas de bota
habas tiernas
dos cabezas de ajos
6 ñoras
Lo hacemos poco a poco para que quede bien doradito y lo ponemos en papel de estraza para que absorba el aceite restante.
En la misma sartén se retira el aceite hasta que quede un dedo de aceite de la fritura anterior, se deja cerca porque normalmente se le va añadiendo a necesidad. Se añade la masa con la harina y la vamos friendo y removiendo constantemente con una pala grande de madera para que no se pegue y la vamos cortando para que se separe. Si es necesario se va añadiendo un poco aceite de la fritura. A mi, personalmente, me gustan las de miga gorda, así que las dejo cocer hasta que está al tamaño gordito y entonces se prueban para corregir de sal y para ver si por dentro esta cocidita y sabrosa. Se le añaden los tropezones y se le de una vuelta.
Bueno esta es la receta de mi abuela Fina, y como todos los amigos sabéis las que hace Paco siempre que nos acompaña el tiempo (y nos lo permite también el colesterol).
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